martes, 7 de abril de 2020

EL ROL DEL PSICÓLOGO EN LA ATENCIÓN TELEFÓNICA DE EMERGENCIAS




EL ROL DEL PSICÓLOGO EN LA ATENCIÓN TELEFÓNICA DE EMERGENCIAS
Lic. en Psicología  Vanesa Sedeño
Prov. de San Juan
En el año 2017 comencé a trabajar como psicóloga de Emergencias en el CISEM911 (Centro Integral de Seguridad y Emergencias) de la Provincia de San Juan formando parte del Gabinete Psicológico.
El CISEM911 está compuesto por 3 grandes áreas: Videovigilancia, Centro de Atención Telefónica 911 y Sala de Despacho Policial. Opera bajo un sistema de personal mixto, compuesto de 130 funcionarios policiales, dependientes del Departamento Comunicaciones de la Policía de San Juan y 192 operadores civiles, trabajando de forma activa las 24 horas del día, los 365 días del año.
Históricamente el 911 en nuestra provincia había dependido solamente de la Policía de San Juan, funcionado en el Centro de Operaciones Policiales y a partir del 2017 se produjo un cambio en el cual se fusiono un área Civil con el área Policial. Fue en este cambio que pensaron la presencia de un Gabinete Psicológico como fundamental.
Al comienzo fue complejo definir las funciones del psicólogo en la institución e insertarnos en la dinámica. Era la primera vez que se ponía en funcionamiento un gabinete psicológico en el 911 de la provincia, y no sólo estábamos frente a la complejidad de definir nuestra tarea, sino que además nos topamos con la resistencia del personal policial. Resistencia por demás entendible, pues hasta el momento el 911 había sido sólo policial, y de repente se encontraban trabajando con civiles y bajo una doble dirección, Civil y Policial.
A través de un proceso de observación y aprendizaje, de intercambio y construcción, y gracias al compromiso de los miembros del gabinete, pudimos lograr definir nuestras funciones y formar un gran equipo de trabajo tanto con personal civil como con personal policial. Hoy nuestro rol esta legitimado en la institución.
Actualmente pertenezco al Departamento de Comunicaciones de la Provincia de San Juan, soy oficial subinspector, desempeñando funciones de auditora de 911 y Coordinación del Gabinete Psicológico.
EL GABINETE PSICOLÓGICO
El Gabinete Psicológico se encuentra disponible durante las 24hs de los 365 días del año. Las FUNCIONES establecidas para el gabinete se desarrollaron en torno a dos áreas:
Área Interna: Coordinación de diferentes actividades, según los requerimientos del CISEM 911, a fin de asegurar la calidad en el servicio brindado. A saber: 
·         Fortalecimiento de la integridad psíquica de los operadores a través de un espacio de escucha, ante llamadas de emergencias o situaciones personales que podrían afectar su estabilidad emocional y el desarrollo de sus tareas.
·         Mediación y resolución de conflictos.
·         Trabajo en equipo con supervisores de sala, monitoreando la eficiencia y eficacia en la atención de llamadas durante las 24 hs.
·         Evaluaciones de desempeño y satisfacción laboral.
·         Ejecución de auditorías de desempeño y capacitación: verificación de los procesos de atención de llamadas de emergencias desde que un ciudadano se comunica al 911 para denunciar o alertar sobre una situación, la elaboración de cartas de registro de los hechos y el despacho. Monitoreo del cumplimiento de protocolos, tiempo de despacho y medición de ciertos parámetros de calidad.
Se realizan auditorias continúas evaluando distintos criterios de calidad en la atención de llamados entre los que podemos contar: optimización del tiempo, escucha activa y efectiva, léxico y lenguaje, tono de voz, efectividad y asertividad en el cuestionario, conocimiento del protocolo, tipificación del incidente, entre otros.                                         
Estas auditorías se cuantifican y se realiza una devolución a cada operador reconociendo los logros y marcando las pautas de mejoras en cada criterio. 
Área Externa: Atención, contención y asesoramiento telefónico durante las 24 hs de llamadas ingresadas al 911 en los siguientes casos:
·         Llamadas cuya demanda sea de índole psicológica o que superen las posibilidades de contención por parte de los operadores.
·         Acompañamiento y guía a Operadores para optimizar la asistencia ofrecida al ciudadano.
·         Detección de situaciones específicas de salud mental.
·         Articulación mediante informes con la Comisión de Prevención de Suicidios, 102, Subsecretaría de Trabajo (casos de trabajo infantil), ANIVI, otros.
·         Asesoramiento al personal policial del lugar.
TIPOS DE LLAMADOS
·         Emergencia: situación crítica que requiere una actuación inmediata y que pone en riesgo o vulnera la salud, vida, estabilidad mental, seguridad, propiedad o medio ambiente. Son aquellos casos en los cuales la incidencia está sucediendo en el momento y pone en riesgo la integridad de los ciudadanos o de sus patrimonios.
·         Intervención en crisis:  la crisis es un periodo de desequilibrio emocional que resulta de una situación o un evento peligroso, que es problemático y que no puede ser solucionado utilizando los mecanismos que normalmente ha utilizado la persona para dar solución a los problemas.
Suelen ser casos en los cuales la emergencia está sucediendo en el momento y ha desestabilizado a la persona dificultando que brinde información. La intervención va dirigida a lograr el restablecimiento psíquico que permita a la persona manifestar los datos necesarios para poder enviar ayuda al lugar.
·         Urgencia subjetiva: supone la vivencia subjetiva de haber llegado a un límite, a un punto de basta que requiere intervención inmediata, el sujeto manifiesta a través de su padecimiento la necesidad de respuesta a su demanda. Se busca subjetivar la urgencia, hacerla pasar por la palabra. Poner en palabras la angustia permite trasladar de alguna manera el sufrimiento a otro y organizarlo de a poco en segmentos que, al ser dichos, van cobrando sentido. 
·         Asesoramiento: Casos en los cuales la incidencia no está sucediendo en el momento, pero si presenta una emergencia subjetiva y de potencial riesgo. El propósito es permitir la catarsis, brindar información, asesoramiento, contención y derivación, ofreciendo los recursos disponibles. 

Objetivo de la intervención telefónica
·         Apoyar – Escuchar – Orientar
·         Dar soporte emocional y ayuda de manera inmediata. El restablecimiento emocional inmediato del usuario demandante a través de la proporción de apoyo, la reducción de la mortalidad y la canalización a los servicios.
·         Enfrentarse con una nueva situación de manera segura y sin que las acciones de la persona resulten perjudiciales para sí o para otros.
·         Autocuidado. Proteger a las personas de otros peligros.
·         Prevenir el agravamiento del estado psicológico.
Características de la intervención vía telefónica
·         Único canal: oral/auditivo. Se realiza sin la ayuda del lenguaje no verbal.
·         El anonimato y la ausencia de contacto cara a cara suele ser una ventaja, debido a que facilita que la persona se sienta segura de verbalizar.
·         Es accesible y altamente disponible.
·         Es inmediata al evento crítico.
Actividades que se realizan usualmente durante la intervención en crisis
·         Recogida de datos (nombre, domicilio, situación) y presentación del psicólogo que interviene en línea.
·         Concretar la demanda y establecer contacto: definir el motivo de la llamada, escuchar activamente, respetar los silencios. Aproximación mediante una actitud empática y escucha activa, que facilita la exteriorización de sentimientos, percepciones e ideas acerca de la situación que acontece.
·         Evaluación preventiva y de riesgo. Valoración del estado del ciudadano, de la emergencia, examinando sus funciones básicas buscando determinar la gravedad y dimensión del problema para así poder enviar el/los recuro/s pertinente/s. Explorar otras áreas: dónde, con quién, riesgos, necesidades.
·         Es importante no realizar ningún tipo de intervención hasta clarificar el motivo del llamado.

ALGUNAS ESTRATEGIAS

1-    Escucha activa: Se basa en la escucha voluntaria e intencionada. Realizar una escucha integral: mensaje (información ¿qué dice?), sentimientos (emoción ¿cómo se siente?, necesidades (función ¿qué quiere?).

2-    Hacer preguntas: siempre con un propósito claro.

·         Cerradas: ayudan a focalizar un tema obteniendo información concreta. Facilitan el contacto con la realidad con personas retraídas o disociadas.
·         Abiertas: se basan en el desarrollo de un tema, en que el usuario pueda construir una narrativa del suceso que le permita la ventilación emocional.
Ejemplos de preguntas abiertas:
-          Indagar para prestar ayuda. “¿Cómo puedo ayudarle? ¿Qué le ha ocurrido?”.
-          Identificar una reacción o estado. “¿Cómo se encuentra? ¿Qué nota cuando le…?”.
-          Cuando se desea centrar un tema. “Para que yo pueda comprender, ¿qué ocurrió cuando…?”.
-          Cuando se desea identificar objetivos, intereses, necesidades e introducir procesos de reflexión. “¿Por qué quieres…? ¿Cómo prefieres que…? ¿Qué otra cosa podemos hacer por ti? ¿Qué crees que es lo más apropiado para ti en esta situación?”. 
-          Cuando se intenta definir un problema. “¿Qué te ha llevado a tomar esta decisión?
-          Cuando se intenta activar las alternativas de solución a un problema. “¿De qué otra forma podrías actuar para…?
-          Cuando se necesita tomar decisiones. “¿Cuáles son las ventajas de…? ¿y los inconvenientes? Si hacemos… ¿qué podría ocurrir?”.
-          Cuando deseamos motivar y promover la participación. “¿Qué opina de lo que le decimos?”.

3-    Resumir y Clarificar: repetición clara y resumida del contenido transmitido por la persona.
4-    Informar y Dirigir: compartir información clara disminuye la ansiedad y el estrés. Se deben dar instrucciones claras y precisas bajo una actitud de seguridad y control.


Atención telefónica de ideación y conductas suicidas

Hablar salva vidas. Una palabra a tiempo puede significar la diferencia. 
“Nada tiene sentido"; "mi vida es un asco"; "soy una carga"; "no sirvo para nada"; "quiero terminar con todo", “me quiero morir”, “no aguanto más”. Muchas de nuestras intervenciones telefónicas comienzan con la escucha de estos pensamientos abismales. 
Hablar sobre la existencia de ideas suicidas no incrementa el riesgo; por el contrario, puede ser la única oportunidad, tal vez la última, de iniciar las acciones preventivas. La escucha es indispensable y las líneas telefónicas de atención se vuelven herramientas fundamentales para acompañar a las personas en esos momentos desesperantes. 
Contrariamente a lo establecido en la creencia popular, hablar del suicidio NO provoca actos de autolesión, por el contrario, les permite hablar acerca de los problemas y la ambivalencia con la que están luchando, percibiendo que pueden ser ayudados y en muchos casos, aliviando al menos momentáneamente la tensión psíquica. El riesgo es justamente que estas ideas permanezcan ocultas.
El dolor, la desesperanza y el vacío pueden ser estados temporales, y que alguien esté ahí para contener y "prestar su oído" es imprescindible. 
El suicidio es un proceso y en cualquier etapa es posible intervenir con prevención, cuya base es la escucha. Hay que demostrarle al otro que a nosotros sí nos importa lo que le está pasando. Quienes llaman pueden presentar una simple fantasía o tener una decisión tomada. Los operadores telefónicos no sabemos con qué situación nos vamos a encontrar cuando suena el teléfono, por lo que el entrenamiento constante es clave.
El vínculo suele ser breve [una llamada puede durar entre 20 y 40 minutos], pero intenso e íntimo. El anonimato, suele ser una ventaja debido a que facilita que la persona se sienta segura de verbalizar. Frecuentemente la persona que llama está en una condición de apertura, por el hecho de que está buscando una salida, y a la vez se siente vulnerable. La palabra libera y ordena los pensamientos.
Tratamos de descubrir en un breve lapso de tiempo qué recursos tiene cada llamador y, en función de eso, ayudarlo a que encuentre ventanas de luz en el túnel en el que se encuentra. Por ejemplo, si una persona llama contando una situación de suicidio, encerrada en una habitación, pero del otro hay gente, lo primero es lograr que abra esa puerta, lo que es simbólico también. Si lo conseguís, lograste que supere ese momento de crisis profunda.
En general, las personas que se comunican al 911, se ven afectadas por situaciones disruptivas que pueden interrumpir en su psiquismo, desvirtuando la capacidad de procesamiento del sujeto.
Aquí el profesional interviene como representante del mundo externo cuyo objetivo es restaurar las funciones mediatizadoras, dar contención y alojo. Cuando intervenimos nuestro interés es lograr que se despliegue la subjetividad y la capacidad de elaborar la situación disruptiva.
Es habitual pensar que la función del psicólogo es hacer que la persona hable, que relate el suceso a alguien que los escuche. En efecto, establecer un diálogo catártico con una persona receptiva es sumamente importante. Pero en la intervención en línea, nuestra intervención profesional debe alcanzar más precisión en sus objetivos y se debe entender para qué sirve ese diálogo y que forma ha de tener. El diálogo útil adquiere esa especificidad según el caso particular.
La intervención del profesional debe estar dirigida a alojar la urgencia del sujeto. 


Conducta e ideación suicida. Evaluación de riesgo. 
Hay que evaluar la presencia de fantasías, pensamientos, actos de autolesión o planes de suicidio siempre que la persona exhiba alteraciones emocionales graves, desesperanza, desesperación, oscilaciones del humor, pensamientos atributivos. 
Tan pronto como se detecte ideación suicida, se debe valorar el riesgo e intervenir, ya que la persona podría llevar a cabo su plan de forma inminente. Por tanto, si se estima que hay indicios de suicidio, hay que valorar el riesgo y emprender una acción. Para ello, se ha de explorar e identificar los siguientes elementos: 
Especificidad de la ideación
La persona siente que la vida no vale la pena, considera el suicidio como alternativa, planea o intenta. Una ideación puede expresarse desde una forma menos específica ej. “no sé cómo, pero lo voy a hacer”, “de cualquier forma, ahorcándome, quemándome, pegándome un balazo” a una forma más específica ej. “lo voy a hacer porque no merece la pena vivir, mañana me voy a asfixiar tragándome el humo del auto en la cochera cuando no haya nadie en casa”. 
Pueden verbalizar directamente la idea o posibilidad de suicidarse, con frases como: “quiero quitarme del medio”, “la vida no merece la pena”, “lo que quisiera es morirme”, “para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto”. En otros las verbalizaciones pueden ser menos completas, por lo que es imprescindible mantenerse atento a expresiones sutiles: “esto no durará mucho”, “pronto aliviaré mi sufrimiento”, “dejaré de ser una carga”; así como las dirigidas hacia él mismo, el futuro o la vida: “no valgo para nada”, “esta vida no tiene sentido”, “estoy cansado de luchar”, “quiero terminar con todo”, “las cosas no van a mejorar nunca”.
Que el sujeto se muestre cómodo pensando en morir y no comunique miedo es alarmante.
Intervenciones posibles para explorar la especificidad de la ideación: 
¿Cómo piensa resolver su situación/ o la situación que me ha descrito?, ¿ha pensado en suicidarse?
¿Alguna vez ha pensado en hacerse daño? (si no ha comentado nada relacionado con pensamientos de suicidio)
Me ha comentado que no duerme mucho, cuando está sin poder dormir ¿en qué piensa? (si se siente más cómodo tratando el tema indirectamente)

 Método suicida 
¿Cómo ha pensado en suicidarse? La severidad, la irreversibilidad nos señalará la gravedad de la ideación: disparo, ahorque, ingesta de pastillas, cortes, etc.
Lugar y día concreto
¿Cuándo ha pensado en suicidarse? ¿Dónde ha pensado en suicidarse?
Antecedentes de pensamientos, plan o acto de autolesión. 
¿hace cuánto tiene estos pensamientos? En el pasado ¿ha pensado en dañarse?
Evaluar la frecuencia e intensidad. 
¿Piensa todos los días en dañarse? (se sugiere una frecuencia elevada para evitar que se sienta avergonzado y pueda dar un valor menor de lo real)
Del 1 al 10 ¿en qué número de intensidad sitúa sus pensamientos? siendo 1 ninguna intensidad y 10 extremadamente intensos.
En una escala del 1 al 10 ¿cuánto afectan estos pensamientos su vida diaria? siendo 1 ninguna molestia y 10 extremadamente molestos.


Motivo principal y significado
Esta pregunta es fundamental para poder orientar la posterior intervención. No se deben minimizar los motivos. Si la persona solo dice que le gustaría morir, conviene clarificar si quiere escapar de sus responsabilidades, de su malestar por un tiempo o si quiere terminar con su vida.
Factores de Riesgo
  • Depresión. Aislamiento. Desesperanza. Exhibir emociones negativas intensas. Perspectiva pesimista sobre su futuro, su entorno y sobre ellos mismos. Percepción reducida de soluciones disponibles. Estilo atribucional. 
  • Adicción a sustancias.  Alcoholismo
  • Trastornos psiquiátricos/psicológicos. Alteración del discurso, curso del pensamiento, percepción. Delirios, alucinaciones, disociaciones o alteraciones de la conciencia, pérdida del juicio de realidad, confusión o falta de anticipación de las consecuencias. Esto probabiliza el objetivo del suicidio ya que el sujeto tendrá serias dificultades para conectar con la realidad.
  • Intentos previos de suicidio o autolesiones. Historia familiar de trastornos del estado de ánimo o suicidio.
  • Enfermedad física (posibles consecuencias vitales, crónica o que provoque gran debilitamiento)
  • Trauma reciente (físico o psicológico). Duelo, pérdida reciente o pérdida traumática del pasado.
  • Desestabilización familiar por pérdida, abuso personal o sexual, violencia.
  • Plan específico de suicidio formulado
  • Las variables disposicionales del entorno como contexto (rural o urbano), valores sociales, entorno sociolaboral, problemas psicosociales y ambientales, son variables a tener en cuenta.

Manejo de la situación y Trabajo en Red
  • Hay lesión: Colocar a la persona en un entorno seguro y propicio en un establecimiento de salud. NO deje sola a la persona.
  • Riesgo inminente o mediano: Eliminar los medios de autolesión/suicidio. Crear un entorno seguro y propicio; si es posible, ofrecer un área tranquila y separada para esperar la asistencia. NO dejar sola a la persona. Asignar a un miembro del personal o a un familiar para garantizar la seguridad de la persona en todo momento. Articular.
  • Riesgo moderado a bajo: Contener y asesorar. Proporcionar apoyo, facilitar la expresión de sentimientos y emociones, escuchar y comprender a la persona afectada para reducir el riesgo, permitir catarsis y explorar. Ofrecer una escucha activa que permita a la persona expresarse con la carga emocional asociada al problema que plantea, ayudando a autoevaluar y objetivar su situación. Buscar restablecer su bienestar emocional y funcionalidad. 
  • Trabajo en red: conjunto de recursos profesionales e institucionales, efectores que se articulan entre sí y con otros sectores para hacer más eficaz, eficiente y efectiva su intervención. Articular con la Comisión de Prevención de Suicidio. Ofrecer información general sobre los recursos y programas de atención integral acordes a la problemática.

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